Llevamos tres semanas inmersos en el segundo trabajo más importante del año, después de la vendimia: embotellar. Son días muy intensos y de mucho trabajo. Embotellar es poner el ‘vino base’ junto con las levaduras y azúcares dentro de cada botella de cava. Nosotros hacemos todo el proceso manualmente y embotellamos por gravedad; esto significa que no utilizamos ninguna bomba y de este modo el vino no se oxida y entra en las mejores condiciones en la botella. La secuencia es: pones el ‘vino base’ en las botellas – nosotros lo hacemos mediante unos ‘caños’ -, seguidamente pones el obturador (pequeña pieza de plástico), después subimos las botellas por una canal, y finalmente las chapamos con una máquina chapadora del año 1961, ¡pero que funciona muy bien!
Todo esto, botella por botella, una por una.
Una vez están chapadas, deben colocarse – también una por una – en posición horizontal en la cava. Este proceso se llama «hacer la rima». Nosotros hacemos la rima con llatas de madera y es un momento de nervios porque es una estructura muy frágil que se sostiene con el mismo peso de las botellas.
Cuando ya estén colocadas ‘en rima’, si todo va bien, ¡las botellas empezarán a hacer la segunda fermentación!
Esperamos que salga un cava muy bueno.
Maria y Carles
