En Cal Vila ya hemos terminado la vendimia. De hecho, ha sido probablemente la vendimia más corta y rápida de la historia, así como una de las más malas. Los efectos del cambio climático, esta vez en forma de sequía, ha causado un impacto muy negativo en los viñedos del Penedès, también los nuestros. Pocas uvas, cepas con ramas raquíticas, tierra seca.
La sequía acumulada -el año pasado también hubo falta de agua- por segundo año consecutivo, ha hecho que la producción de uva de este año haya sido significativamente mucho menor que el pasado año o los precedentes. Sin embargo, la calidad de la uva es excelente y muy sana.
Los efectos del calentamiento global son un reto para el mundo rural y ponen en riesgo la viticultura en lugares como el Penedès. El viñedo tiene un aspecto secánico que las personas de mayor edad no recuerdan haberlo vivido nunca. Deseamos que vengan lluvias pronto.